
Asombroso papelón lleva haciendo la Corporación municipal en general y gobierno en particular, sobre la gestión universitaria en nuestra localidad. Cuantos más recursos o bienes municipales se ponen a disposición, peor trato recibe a cambio.
El campus universitario de nuestro Real Sitio y Villa, lleva dando a correr ríos de tinta, a lo largo de su corta historia (comienza en los años 90 con la creación del patronato de la Fundación CES Felipe II), tanto o más que la polémica sumisión a regalos, prebendas y corruptelas varias, que ha tenido como protagonista nuestra popular Universidad Rey Juan Carlos (URJC).

El Hospital de San Carlos, tiene carácter monumental representando una de las ultimas joyas históricas arquitectónicas del municipio, que sobrevive al negocio de la piqueta, ignorancia y falta de aprecio con el escaso patrimonio cultural de Aranjuez que podemos disfrutar en la actualidad.

Increíble falta de acción del gobierno madrileño.
Hasta el momento, las obras llevan camino de una profunda transformación del edificio, comenzando por la eliminación de los techos abovedados de las estancias interiores, demasiadas nuevas mansardas que no existían jalonan la cubierta de todas las crujías, siendo especialmente grave la correspondiente a la fachada y puerta principal frente a la Iglesia-Convento de San Pascual.
Muy posiblemente lo peor está por llegar, aunque desearíamos equivocarnos en tal valoración, pero según el art. sexto del Convenio, cualquier modificación del inmueble solo estaría sujeta a la autorización expresa del gobierno de turno municipal.
El Consejo de Gobierno de la URJC a principios de año, con su Plan de Reordenación aprueba un recorte de seis titulaciones (Administración de Empresas, Derecho, Turismo, Relaciones Laborables, Trabajo Social y Económicas), por tanto, mutila muchísimas plazas académicas; toda una puñalada trapera, para el futuro universitario de la ciudad.
Ante la tajante realidad impuesta por el Rectorado universitario en el campus de Aranjuez.
¿Cuál sería la verídica justificación del proyecto de rehabilitación del Hospital de San Carlos?
¿Cómo es posible que se oferten más aulas o espacios académicos, cuando se cierran grados?
La razón podría adivinarse en lo dispuesto en el art. séptimo del Convenio, donde indica que se podrá ceder, subarrendar o trasmitir el derecho de uso y disfrute del inmueble con autorización expresa del gobierno municipal ¿con la aprobación del Pleno?, es decir, siempre y cuando se respete el uso docente del inmueble, que parece preceptivo, podría cederse a cualquier universidad privada el uso y aprovechamiento económico, de todas sus instalaciones.
Ecologistas en Acción como asociación de compromiso social y defensa del patrimonio urbanístico, tenemos serias dudas que el proyecto en cuestión suponga un beneficio económico y tratamiento riguroso de conservación histórica patrimonial del inmueble.
Tengamos en cuenta, la exención de todo tipo de tasas e impuestos municipales anuales, incluso el Proyecto de Ejecución de la Obra (realizado por gabinete de arquitectura), también lo pagaremos entre todos y todas. Pero donde tenemos puestas todas las alarmas, resulta ser, el interés finalista de toda esta intervención u operación, ante la posibilidad de ser susceptible de privatizar un bien público, como es el Hospital de San Carlos, que cedió el Estado para tal fin; ante la previsible implantación de tres nuevas universidades privadas en la Comunidad.
La URJC dispone en Aranjuez, de muchos favores urbanísticos sujetos a diferentes criterios de cesión, pero todos ellos con un denominador común, la falta de trasparencia, nulo beneficio económico para las arcas municipales con la deuda tan estratosférica que tenemos y perdida de gestión pública municipal de inmuebles e instalaciones de su propiedad.
Ecologistas en Acción
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