El PP dejó 250.000 euros de agujero en las tasas deportivas en sus cuatro años de legislatura
Ya es hora de que el Partido Popular se desempolve y salga de tres años de letargo
La exalcaldesa de Aranjuez, María José Martínez, provocó un agujero cercano a los 250.000 euros en la recaudación de las tasas y los ingresos relacionados con servicios deportivos municipales durante los cuatro años de su legislatura. Así lo reflejan los informes anuales de liquidación presupuestaria de ingresos en el Ayuntamiento de Aranjuez, que confirman cuatro años de desequilibrio constante en la prestación de un servicio fundamental entre lo que la señora Martínez presupuestó y lo que después ingresó realmente. Si éste es el modelo que defiende el PP frente a los "neoleninistas", conviene dejárselo claro a la ciudadanía.
Frente a los 1,1 millones de euros que Martínez tenía pensado recaudar con las tasas deportivas entre 2012 y 2015, recaudó apenas 850.000 euros, un desajuste que se repitió prácticamente en todos los capítulos de sus presupuestos y que ha costado seis años localizar, contabilizar y corregir con unos nuevos presupuestos. Un modelo de gestión irresponsable y demagógico, que Aranjuez Ahora seguirá condenando y que ha tenido como resultado el tener que volver a refinanciar un nuevo Plan de Ajuste después de que la señora Martínez ejecutara sin éxito tres en su mandato.
En materia de politica deportiva, lo que la señora Martínez quiere es tirar por tierra el cambio de tendencia que traen estas tasas deportivas, un cambio positivo que desde Aranjuez Ahora vemos como un punto de partida. Que se haga justicia con las ligas escolares, que se garantice la igualdad de oportunidades y de elección de deporte y competición para toda la ciudadanía y que tienda a abaratarse el acceso a piscinas y polideportivos son principios básicos que no entiende el neofranquismo de Aranjuez. Homologar instalaciones como las pistas de atletismo del Deleite, remodelar el polideportivo Agustín Marañón y adecentar equipamientos como El Pinar han de ser objetivos prioritarios. Y debe hacerse con equidad y con eficiencia.
Por vez primera, la comunidad educativa, las familias y las AMPAs ribereñas ven reflejadas algunas de sus principales reivindicaciones en materia de deporte de base. Es un trabajo que Aranjuez Ahora reivindica y que debe continuar de cara a los futuros presupuestos, y que debe reflejarse en un mayor compromiso por los juegos escolares, un esfuerzo inversor en nuestras instalaciones deportivas y una igualdad efectiva y real para la práctica del deporte desde un punto de vista público y colectivo. Todo esto está fuera de los parámetros del PP y de la derecha, que sólo entiende de amiguismo y deuda.
Miente la señora Martínez al decir que suprimir las bonificaciones para escolares jugadores de equipos federados supone una "vulneración de la igualdad constitucional". Nada dice la Constitución acerca de que un Ayuntamiento tenga que subvencionar el deporte federado. Lo que sí dice la Constitución es que todos somos iguales ante la Ley, que todo el mundo aportará a las arcas públicas según su capacidad, y que la sanidad, la educación, la vivienda, el trabajo y las pensiones son derechos básicos que deben ser atendidos. Algo en lo que no cree el Partido Popular.
La neofranquista María José Martínez no ha digerido todavía el batacazo que le pegó el pueblo de Aranjuez en las anteriores elecciones, pasando de 14 concejales a casi la mitad, 8. Si su planteamiento político y su gestión hubieran sido al menos decentes, este batacazo no se habría producido. Pero el ego y la prepotencia de la señora Martínez la sigue cegando sin saber bajarse de ese atril que tanto le gusta. Por eso es incapaz de reconocer que sus alegaciones a las tasas deportivas son extemporáneas y están mal enfocadas, como así lo demuestran los diferentes informes técnicos y jurídicos que lo justifican. Como también le ocurrió con el contrato de la basura, y con otros asuntos de máximo interés. El PP y la derecha no quieren mejoras ni cambios, únicamente buscan mantener su estatus con eslóganes vacíos.
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