aplicar en defensa de los vecinos cívicos, que somos la mayoría.
Situación que mi familia en particular y otras muchas personas en general estamos padeciendo. No solo en este estado de alarma nacional, sino también en cualquier época del año.
Desde el uno de octubre del pasado 2.019, mi familia y yo decidimos alquilar un piso en el conocido y afamado barrio de Las Aves en Aranjuez. Desde el primer día padecemos continuos ruidos, movimientos de muebles, galope de un perro, juegos de pelota, taconeos, etc. Estos sucesos son a cualquier hora del día y casi de la noche, los siete días de la semana. Al principio y ya en un estado evidente de ansiedad, decidimos aguantar unos días, a ver si con un poco de suerte, estos actos insolidarios, molestos e incívicos remitían.
Muy lejos de remitir fue todo lo contrario, decidí subir para comunicárselo a los vecinos, resultando su actitud negativa en esta ocasión y siguieron como si nada. Días mas tarde y ya en estado de alarma, con mi pareja en cama contagiada con el penoso covid-19, con fiebre altísima, dolores de cabeza horribles y demás síntomas, volví a subir a intentar que cesaran estas molestias, el mismo resultado que la primera vez, pero además con cierto desaire y un puntito de agresividad. Acto que me hizo llamar a la Policía Local. Por supuesto, en al menos tres veces también informe al presidente y ante su pasotismo y sus negativas en cuanto sus obligaciones como máximo responsable de la comunidad de vecinos, también lo comunique a la administradora de la comunidad.
En varias ocasiones, siendo mas de las 12 de la noche, opte por llamar a la Policía Local, estos acudieron a nuestras desesperadas llamadas. Los policías que nos asistieron confirmaron dichos ruidos, posteriormente comunicaron a los vecinos que estaban molestando. Ningún resultado positivo para mi familia.
Los agentes, nos informaron que son hechos en los que la Policía Local ni tan siquiera la Policía Nacional tienen mas competencia ni mas actuación que mediar e intentar que cesaran en sus molestias, nada mas que hacer y siempre y cuando les quieran abrir la puerta. Son hechos no sancionables.
Mi familia y yo, fuimos Invitados, por parte de los agentes, a leer La dichosa Ley de Propiedad Horizontal.
Dicha Ley en sus primeros pasos indica el modo de actuar. Comunicar al presidente de la comunidad de propietarios lo que sucede, este comunicárselo a los vecinos molestos, si no cesan estas actitudes, convocar
una junta de vecinos (en estado de alarma es imposible reunirse) y después aprobar una posible demanda ante el juzgado (también imposible).
En tiempos normales ya es difícil que los vecinos lleguen a tomar medidas ante otros cuando se trata de demandar y mas cuando no son perjudicados directamente, por miedos a posibles represalias. En esta época que desgraciadamente nos ha tocado vivir, la única solución es que los vecinos perjudicados, por ejemplo, mi familia es fastidiarse, aguantarse e intentar descansar cuando estos educados (ironía) vecinos nos dejen, intentar no desesperar y en ningún caso perder los nervios, algo que encima puede ser muy perjudicial. No hay nada más que rascar, hasta aquí el recorrido en el intento de estar a gusto en tu propio hogar.
Mientras, ellos pueden hacer lo que les venga en gana, despreocupándose si los demás están bien o están mal, burlarse de todos, reírse en la cara de las fuerzas policiales. Saben que no les pueden sancionar de ninguna manera y son impunes a cualquier cosa que hagan a cualquier hora del día o de la noche.
Excepto en poquitas circunstancias, derivadas del conocido estado de alerta y sus limitaciones en movimientos de las personas, incluido la estancia en los hogares ajenos...
Le invito a usted y a sus lectores, si procede, leer detenidamente la Ley De Propiedad Horizontal a la que me refiero. Esta publicada en el Boletín Oficial del Estado.
Es evidente, que el rango de actuación de cualquier vecino que quiera vivir tranquilo en su propia casa, ante tan raquítica ley, es ínfima y para nada suficiente en cuanto a su aplicación se refiere por las fuerzas de seguridad, sin mas remedio que aguantar y rezar que se acaben pronto las insalubres actividades que practican “sin ley” nuestros queridos vecinos.
Un saludo y mucho ánimo para todos
Angel Cuesta
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