El interventor municipal echa un jarro de agua fría a las grandilocuentes cifras ofrecidas por el equipo de gobierno en su avance de los Presupuestos para este 2018. Si ya era difícil entender que se hablara de un presunto superávit de 2,5 millones cuando somos uno de los ayuntamientos más endeudados de España (con una deuda que presumiblemente supera los 200 millones de euros) y cuando buena parte de ese dinero no es generado por nuestra propia economía, sino por inversiones externas coyunturales, el informe de Intervención sigue hablando de esfuerzos extra para intentar cuadrar las cuentas más allá de 2021.
¿Por qué esta fecha? Porque en 2021 se acaban los tres años de carencia que se solicitó en 2017. Tres años que supondrá trasladar los gastos financieros de los préstamos concertados desde 2004 en adelante a ese 2021, año en el que habrá que afrontar casi 13 millones de euros anuales de gasto financiero. Todo ello sin hablar del resto de gastos estructurales de Aranjuez (personal, mantenimiento, inversiones, servicios municipales...) y que seguramente obligará a redactar presupuestos con ingresos que ronden los 50 millones de euros (prácticamente 9-10 millones más que ahora)
Si la AIReF nos volvía a sacar los colores con un informe en el que se decía que Aranjuez no había mejorado su situación (pese a haber pedido al Estado otros 30 millones de euros, el plan de ajuste y la carencia) y que seguía experimentando un gran riesgo de insostenibilidad, el informe del segundo trimestre del Plan de Ajuste arroja datos aún más preocupantes. Si el informe de AIReF nos colocaba los séptimos peores con un periodo medio de pago de 460 días, el informe municipal nos sitúa en los 521 días (el límite legal está en los 30 días) lo cual expone al ayuntamiento al pago de intereses de demora con aquellos particulares con los que acuerde la prestación de servicios o suministros. En líneas generales, denuncia que no se está cumpliendo el Plan de Ajuste (el aprobado por ellos mismos, ya no solo el anterior del Partido Popular) y que de diez medidas solo se estarían cumpliendo dos. No se están tomando medidas y advierte de que las previsiones en materia de ingresos y gastos no se están cumpliendo. A la espera queda el macro-contrato de basura, que previsiblemente tampoco alcance el nivel de ahorro previsto, y las eternas promesas de eficiencia energética que nunca acaban de llegar.
Dado que este 2019 no se prevé subida de impuestos, año electoral, ya se sabe, en 2020 y sobre todo en 2021 la situación de Aranjuez se antoja muy complicada, y da la sensación de que los ingresos acabarán llegando por la vía por la que llegan siempre, a expensas de nuestros bolsillos.
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