viernes, 28 de julio de 2017

Carta a tí conductora insolidaria que casi me atropellas

Esta carta va para tí, conductora del seat exeo blanco que me has adelantado hoy sobre las 9 de la mañana en el puente de Salivilla.

Muchos conductores se quejan, nos quejamos a veces, de los ciclistas porque ralentizan nuestro normal circular, nuestra prisa constante al volante y nos miran, a los ciclistas, como seres inferiores que no tenemos derecho a ocupar un espacio en la carretera, se meten con nosotros en ocasiones porque estorbamos al coche y le hacemos perder 30 segundos de su estresada vida. 

Como decía, hoy sobre las 9 de la mañana salí a dar una vuelta con mi bicicleta de montaña, tuve que coger el puente de salivilla, el de final de la calle de la reina, un puente estrecho y peligroso tanto para peatones como ciclistas al carecer de arcén y ser utilizado por peatones en sus caminatas. Hoy, cuando cruzaba señalizando con la mano de una manera perfectamente visible, la conductora del seat exeo blanco me ha adelantado poniendome en peligro, a mí y al peatón que también cruzaba. Un adelantamiento inexplicable puesto que metros mas adelante iba a dejar la carretera y la tendría para poder seguir circulando a sus anchas. Para más inri, esta mujer llevaba a su hijo perfectamente acomodado en su sillita homologada en el asiento trasero.

Señora, yo también tengo madre, también tengo mujer y también tengo hijas que me esperaban hoy para ir a la piscina. Usted por una maniobra inapropiada ha podido ser la causante de que hoy yo no hubiese vuelto a llevarlas a la piscina. Que hubiera ocurrido de haberme atropellado por su falta de empatía y respeto por mi vida?, luego se habría lamentado, habría llorado mi muerte, que le habría dicho a mis hijas y a mi mujer: que no me vió?, le habría dicho que circulaba por casi media carretera porque venía otro peatón andando en dirección contraria a la circulación (como debe hacer), le habría dicho quizá que yo no iba con el brazo extendido señalizando mi maniobra?.

Espero que a su hijo, al que llevaba correctamente abrochado en su sillita le inculque un poco de respeto a los demás, ese que usted no ha tenido conmigo, espero que su hijo el día de mañana le guste la bicicleta y le enseñe a usted ese respeto por la vida de los demás que hoy no ha tenido con la mía.

Parece que da igual cuantos ciclistas mueran, ni hay un patrón de asesinos al volante drogados o borrachos, la señora de hoy era madre, con su hijo en el coche y me podía haber quitado la vida sin despeinarse antes de ir al trabajo.

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