Mar de Ontígola: un humedal resultado de la ingeniería hidráulica más avanzada en su tiempo del siglo XVI

El Mar de Ontígola no es una formación natural. Es una laguna  que  forma parte de la Reserva Natural "El Regajal-Mar de Ontígola", y es producto de una presa construida en el siglo XVI para regar zonas próximas y más adelante los jardines de Aranjuez. El Mar de Ontígola recibe las aguas del arroyo del mismo nombre, y cuenta con una longitud de 1.500 metros por 500 de anchura máxima, una profundidad de entre cinco y seis metros y una superficie de más de 13 hectáreas. 

Si es cierto que en origen existía una balsa de agua conocida como el Fondón, pero a principios del siglo XVI el alcaide de la Casa y Palacio de Aranjuez, Gonzalo Chacón, que da nombre al polígono próximo, da orden de una primera intervención para encauzar las aguas.  Años más tarde se comienzan las obras de construcción de la presa de Ontígola por mandato real para crear una laguna de gran extensión a partir de las aguas del arroyo de Ontígola ya con el propósito específico de que fuera una ubicación idónea para las aves. Dos de los más importantes arquitectos renacentistas en España intervinieron en su construcción: Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera que la finaliza en 1572. 

El diseño de la presa fue uno de los más avanzados y novedosos de la época. Su modelo inspiró las presas con contrafuertes posteriores de gran éxito por su fiabilidad. Herrera utilizó para algunas partes concretas piedra de Colmenar de Oreja. El muro de contención de la presa tiene una longitud de 140 metros, 6 metros de altura y 10 metros de espesor, con dos muros y su relleno de tierra. Además cuenta con cinco contrafuertes de 2’75 m. de anchura por 3’30 metros de longitud. En su muro de aguas arriba cuenta con otros contrafuertes internos no visibles.

Con el tiempo se utilizó como zona de recreo y de celebración de diferentes actividades acuáticas como torneos y naumaquias. Por las crónicas de la época se sabe que estaba poblado de cisnes, peces y diferentes aves acuáticas. 

Lo que se originó por la intervención humana se naturalizó con el paso de los años, convirtiéndose en una joya natural por su flora y fauna. Especialmente importante es la presencia de algunos tipos de mariposas y por la variedad de aves migratorias y residentes. 

Un espacio de un valor incalculable poco conocido por muchos ribereños y que carece de los medios y concienciación para su mantenimiento y preservación correcta. 

Información: Hispania Nostra /aves de aranjuez/ seo- aranjuez 

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