El expolio y robo de obras de arte se da desde la Antigüedad. El enemigo arrasaba con todo tipo de arte, o bien lo destruía o se lo llevaba a su país de origen como botín de guerra. El arte ha sido seña de identidad durante siglos de pueblos y naciones. Una especie de redes sociales que se convertía en símbolo, creando un vínculo con la población, de ahí la importancia y repercusión de todo lo que acontecía con él. Pero eran otros tiempos.
La cuestión es que en 2016, no hace siglos, Patrimonio Nacional decidió trasladar, de nuevo, de forma "eventual y temporal" varias esculturas de una de las fuentes de Aranjuez con la excusa de su restauración y exposición en Madrid. Una estrategia que ya había llevado a cabo en 2010 con la estatua protagonista: El Espinario, que se desmontó y que "sorpresivamente" ha sido incluida en la Galería de las Colecciones Reales de Madrid, inaugurada el año pasado.
En ambos casos se substituyeron por réplicas en resina, que es lo que "disfrutamos" actualmente cuando paseamos por los jardines.
Seis años después, el 17 de mayo de 2016, en el Heraldo recogimos el bochornoso traslado de estas tres nuevas figuras, esta vez las piezas de la fuente de Neptuno, unos valiosos y excepcionales bronces barrocos, a la vez que nos hacíamos eco de la dura oposición desde Ecologistas en Acción, que de hecho han mantenido durante años, intentando la vuelta de las esculturas y denunciando los diferentes atropellos cometidos ante la mala gestión de la situación en su momento del gobierno socialista, y cuestionando los argumentos que se dieron para mover las piezas, incluido una supuesta restauración, sin oposición eficaz alguna y tras diferentes versiones de responsables directos y políticos. Al final las figuras se trasladaron.
El quid de la cuestión es el TEMPORAL. Según un comunicado de prensa emitido por Patrimonio Nacional pasados unos días, no sabemos si debido al revuelo, informaba que las figuras se habían retirado para una exposición en Madrid y que después volverían a Aranjuez y se expondrían en el interior del Palacio Real de Aranjuez para asegurar su preservación, una devolución de los originales que también incluía a la escultura de El Espinario.
Pero ya en esas fechas los ribereños demostraban su recelo y su miedo a que las esculturas no volvieran. Como así ha sido con estas piezas y alarmantemente con otro gran número de esculturas de los jardines de las que ni se sabe el paradero.
No sólo no han vuelto sino que tenemos que ver como alguna pieza se expone en otros museos. Un bofetón con absoluta impunidad para todo Aranjuez.
Así nos hemos quedado, con réplicas en resinas y los originales en Madrid, de ahí la provocación que suponía el reciente post de Patrimonio Nacional, aunque es de suponer que la persona responsable de la misma ni siquiera era consciente del trasfondo del tema.
Lo más indignante de todo ello es que a estos atropellos, falta de compromiso y casi podríamos decir de escrúpulos, faltando a la palabra dada en un comunicado de prensa, se suma la desidia, dejadez y abandono de Patrimonio Nacional hacia Aranjuez desde hace años. Una situación denunciada constantemente y que no ha tenido ninguna consecuencia en los responsables directos.
Al intentar encontrar una explicación lógica y analizando de forma objetiva la situación y la deriva desde hace años podría parecer casi una vendetta personal, un profundo desprecio o una inquina directa de algún cargo contra nuestra ciudad porque no se puede entender de ninguna de la maneras ni justificar mínimamente estas situaciones surrealistas en una ciudad reconocida por la UNESCO que cuenta con una delegación propia de Patrimonio Nacional. Y más cuando otros Reales Sitios están conservados y cuidados y Aranjuez sigue convertida en una auténtica vergüenza.
De ahí el título, ¿amigo o enemigo? Los hechos hablan por sí solos.
Ojalá exista información no disponible o que se nos escape y puedan aclararnos que algunas de las piezas han retornado a Aranjuez como se comprometieron y podamos transmitir tan feliz noticia.
Incluimos el comunicado que Patrimonio Nacional publicó tres días después de la retirada de las esculturas de la fuente de Neptuno, el 20 de mayo de 2016 que no deja dudas sobre su compromiso a que las figuras de El Espinario y las tres de la fuente de Neptuno iban a retornar a Aranjuez.
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