Ya se barajó la posibilidad de su venta en noviembre del pasado año, se rumoreaba que incluso la propia alcaldesa en el vino navideño ante su parroquia anunciaría la buena nueva, pero finalmente debió tirar de memoria reciente para rememorar el fiasco anuncio de las salas de cine y la bolera, que anunció como si fuera ella misma quien iba a tallar los propios bolos, anuncio del que se apropió en su momento pese a ser una iniciativa privada y del que a día de hoy nada se sabe, ni oficial ni extraoficialmente al carecer de información oficial por su parte.
Como digo, hay un proyecto que podría consistir en la apertura de un centro sanitario privado para prestar servicios a sus asegurados, una aseguradora médica potente en su sector que sería la principal valedora económica del proyecto. Al margen, se barajan diferentes opciones de ocio así como la instalación O TRASLADO de una superficie comercial mediana. El proyecto que es ambicioso pretende dar uso a otras superficies dentro de los propios márgenes que completan la superficie del recinto.
Lo primero que deben hacer los adquirientes es acometer la construcción de los accesos ligados a la apertura de dicha superficie comercial, independientemente del uso final que se le dé y las cantidades que se barajan no son moco de pavo, por lo que de culminarse el proyecto presentado la apertura no será inmediata porque todo lleva su tiempo.
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