Editorial: políticos de perfil

La interpretación del título de este editorial tiene diferentes variantes, una de ellas podría ser que en esta precampaña parece haberse puesto de moda el estilismo postural de ponerse de medio perfil para las fotos institucionales que estamos conociendo estos días. Los diferentes partidos parecen haber tomado el mismo libro de estilo fotográfico y han colocado a sus candidatos en ese medio perfil tan fotogénico para que todos ustedes sepan a quien votan.

El otro significado del titulo es claro, muchos de los candidatos que concurren a ser los elegidos el próximo 28-M llevan de medio perfil, de perfil otros y algún otro directamente escondido/a desde hace tres años y ocho meses que se celebraron las anteriores elecciones. No los hemos visto en los momentos importantes que han ocurrido en este tiempo, en algunos momentos muy difíciles en los que un político debe dar la cara, hablo de la pandemia, cuando la incertidumbre de lo que estábamos viviendo era acuciante, cuando morían nuestros seres queridos, nuestros vecinos, cuando no sabíamos qué iba a ocurrir, cuando no sabíamos si podíamos salir a tirar la basura, o dar un paseo a determinada hora, en esos momentos es cuando debe estar un político local dando tranquilidad o simplemente mera presencia institucional. Primero porque es su obligación laboral, segundo porque es lo éticamente correcto y tercero porque ninguno de estos ha dejado de percibir sus honorarios que todos les hemos estado abonando.

Ahora la cosa ha cambiado y han tomado la calle, SUS medios y han salido de su ostracismo a tomarnos por tontos, a reírse muchos de ellos en una palabra del ciudadano, del mismo ciudadano al que abandonaron en su momento. Ahora los vemos todos los días en visitas a barrios, inaugurando o visitando exposiciones, actos de todo tipo incluso cuando viene a hurtadillas la presidenta de la Comunidad de Madrid y no se le comunica a los medios locales de manera oficial.

Hay una cosa con la que los políticos no cuentan y es la memoria y el criterio moral de los ciudadanos, los mismos y me repito, a los que en su momento abandonaron, no escucharon, los que piden citas y no se les atienden, los que registran desperfectos en sus barrios y tampoco se les atienden, estos mismos que sufrimos a los políticos que pagamos son los que no nos vamos a dejar tomar el pelo por la sonrisa y el abrazo fingidos.