Editorial: el ninguneo Patrimonial y la falta de presión local

Abierto y probado sobre el terreno la realineación adoquinera del tramo del lateral de subida de la Mariblanca la verdad es que deja mucho que desear. Tras más de un mes con el tramo cortado, con el consiguiente perjuicio para los vecinos que a diario toman esa ruta para entre otros acceder a la estación de Renfe, todos pensábamos que la reparación iba a ser reseñable, tras pasar por allí hemos podido comprobar como se han recolocado adoquines, sustituido otros que directamente se habían roto o faltaban pero que el resultado final en algunas partes es lamentable con adoquines hundidos o en los que sigue habiendo baches a pesar de estar recién inaugurado.

Hemos vuelto a sufrir un nuevo trato por parte de Patrimonio Nacional al vecino ribereño que deja mucho que desear, sin anunciar el corte de la calle Florida, posteriormente el corte de la calle de bajada a pesar de no haberse hecho nada y siendo únicamente un perjuicio añadido al vecino. Ninguneos que solo perjudican el normal funcionamiento de la vida diaria del vecino y que para Patrimonio no requieren de la mínima información al vecino para que tenga claro si quiera cuándo y en qué periodo se va a producir el corte.

A todo esto nuestro Ayuntamiento es el combinado de piedra en esta ecuación quedando al margen sin exigir reacciones a lo aquí expuesto un cuándo, y por cuanto tiempo van a tener que atravesar los vecinos medio pueblo, colapsado, para llegar a la estación e ir a sus trabajos y universidades.

La prueba mas flagrante del ninguneo del que hablamos es el de la fuente de Hércules y Anteo, décadas empantanada, sin agua, sin solución y con el conformismo de los diferentes equipos de gobierno, sean del color que sean, que parece no ir con ellos el estado patrimonial de la ciudad. Qué recordemos es el casi exclusivo motor económico y debería ser una de las prioridades para evitar el lamentable aspecto de conservación que presenta desde hace décadas y desde el primer momento que se comienza a entrar en Aranjuez empezando por las carreteras de acceso. Una falta de peso y acción política que hemos visto reflejada también por Adif en el recochineo del arreglo del acceso a la estación de Renfe donde los vecinos llevan más de año y medio sufriendo un bache que está destrozando ruedas y cárteres de coches y donde nuestra alcaldesa se ha limitado a enviar misivas cordiales para pedir el arreglo, sin alzar mucho la voz no fuéramos a molestar a nadie. Parece que nuestro gobierno sólo tiene mano dura contra determinados sectores, sindicatos etc donde no duda en apretar en lugar de apretar a instituciones en defensa de los intereses de todos los vecinos.