viernes, 15 de julio de 2022

Ecologistas en acción: desastre ambiental en el incendio de Aranjuez

Gran parte de las aproximadamente 284 ha calcinadas (44%), pertenecen al Espacio Protegido Reserva Natural El Regajal-Mar de Ontigola incluido en la Red  Natura 2000 europea, arrasando una parte importante del terreno en uno de los  enclaves más emblemáticos de la región, por la singularidad en la existencia de  varios ecosistemas de sustratos muy específicos y diferenciados. 

El pasado 5 de julio, las chispas ocasionadas por un accidente de tráfico en el kilómetro  49 de la A-4 término de Aranjuez, ocasionó un incendio forestal debido al estado de  abandono en que se encuentran las cunetas repletas de vegetación seca y/o agostada, dentro de los límites de la Reserva Natural, la citada vía rápida cruza el espacio  partiendo en dos el cerro del Regajal dividiendo el ecosistema.  

El ámbito incluido a su vez bajo la figura de Zona de Especial Protección para las Aves,  Carrizales y Sotos de Aranjuez ZEC ES0000119, soporta una enorme huella ambiental  provocada por grandes infraestructuras que atraviesan el territorio, incluido el túnel del  AVE que durante su construcción hundió parte del terreno, debiendo reconstruirlo a cielo  abierto (denuncia a la Fiscalía por EeAA). 

Sobra comentar que la limpieza de cunetas y la distancia de seguridad con los límites  del territorio protegido brillan por su ausencia, siendo responsabilidad de la  administración estatal y regional.  

El Regajal constituye una de las reservas de lepidópteros (mariposas) más importantes  de Europa con especies endémicas de la península Ibérica que se encuentran  amenazadas, como Plebejus pylaon y Lolana iolas. El Mar de Ontigola es uno de los  ecosistemas acuáticos más importantes de la Comunidad de Madrid. Tiene sus orígenes  en 1552, cuando Felipe II ordenó la modificación y ampliación de la balsa que regulaba  las aguas del Arroyo de Ontigola que regaban las huertas y jardines reales a través de  la construcción de la Presa de Ontígola, contando con la participación de ilustres  personajes como Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. Por ello, la Reserva Natural además de ser una joya ambiental, supone un valioso patrimonio cultural. 

El fuego ha quemado parcialmente la ribera sur de la laguna y parte del carrizal. Las  zonas más dañadas han sido principalmente las laderas que dan al norte de la finca de  El Regajal y el Montecillo. La flora y vegetación del interior de la reserva resultan  fundamentales como plantas nutricias y cobijo para conservar las poblaciones de  insectos sobre todo lepidópteros, habiendo censadas en la comarca más de 350  especies. La vegetación dominante en la zona está formada por coscoja o chaparro  (Quercus coccifera), olivar, viñedo, retamar, espartal y matorral, además una antigua repoblación (14-15 años) con gran diversidad de especies se ha visto destruida; 

desconociendo el alcance general del siniestro incluida su fauna, aunque todo indica  que la pérdida ambiental ha sido enorme. Para nuestra desgracia, tardaremos muchos años en volver a ver el espacio rehabilitado. 

En cuanto a las tareas de extinción, dada la extensión y sobre todo lo errático de algunas  parcelas salvadas del fuego junto a otras quemadas incluida una casa de doble planta  que se encontraba habitada por dos familias, muy alejada de la fuente donde se inicia  la combustión, induce a pensar con razón, en la tardanza en actuar de los medios 

operativos iniciales puestos a disposición, permitiendo que el fuego campara sin control  por la zona, dado que el viento era el habitual en esta época; quizás también, el largo  vallado cinegético existente al tratarse de fincas privadas, haya perjudicado la extinción. 

Pero el apunte más importante, resulta contrastar como el estrecho cortafuegos de la  línea ferroviaria de Cuenca, impidió alcanzar en gran medida el fuego al polígono  industrial Gonzalo Chacón y la urbanización Rincón de Godoy con su pinar cercano, que  hubiera sido catastrófico; mientras el amplio cortafuegos de la carretera de entrada sur  a la ciudad con doble vía en ambos sentidos y muro central de hormigón, haya servido  de poca contención, pues ha permitido que el frente de llamas saltara desde el Regajal  llegando al Mar de Ontigola, incluso para mayor morbo, al día siguiente miércoles, el  frente de fuego volvió a saltar la carretera pero a la inversa, desde El Montecillo hacia  el Regajal. 

Dicho episodio tan sorprendente como real, así como el descrito en el párrafo anterior,  evidencia un claro comportamiento negligente de la Jefatura Operativa, cuya  responsabilidad en la extinción pertenece a la Comunidad de Madrid. 

Para la defensa contra los incendios, con carácter general, se deben llevar a cabo  trabajos silvícolas preventivos sobre todo junto a los márgenes de carreteras u otras  vías, especialmente en zonas próximas a los espacios protegidos; el mantenimiento de  infraestructuras ligadas a la lucha contra los incendios forestales; y sobre todo dotar de  medios materiales y personales rápidos y eficientes. 

Desgraciadamente en este suceso de Aranjuez, todo ha fallado. Cabe resaltar que los  edificios de la bodega Garip Regajal, sus viñas y olivos no han sufrido apenas daños,  aunque el fuego alcanzo el límite de la finca.  

Ecologistas en Acción muestra su preocupación por la regeneración de toda el área,  dada la alteración e intensa degradación exterior en la zona. Respecto a la zona interior quemada, se trata de suelos pobres, áridos y escasa precipitación. Tardará años en  recuperarse, pero habrá que confiar en la capacidad de resiliencia e impacto sobre las  especies y Tipos de Hábitats de Interés Comunitario presentes en la Reserva, adaptadas  a unas condiciones antrópicas y ambientales muy severas, duras y exigentes. 

La organización ha solicitado a la Consejería de Medio Ambiente que realice un  adecuado estudio de la repercusión del incendio sobre la Reserva Natural y el Espacio  Red Natura 2000, lamentando el olvido y la falta de interés del citado organismo muestra  por este magnífico enclave. 

Resulta apropiado y viene a cuento recordar, el contencioso habitual entre Ayuntamiento  y Patrimonio del Estado. Los primeros quieren devolver el espacio por no “poder” mantenerlo, los segundos se llaman andana y dicen que lo cedieron en su día. En este  tira y afloja por la responsabilidad en la gestión de la Reserva Natural El Regajal-Mar de  Ontigola, resulta mermada de forma considerable su conservación. 

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