domingo, 3 de abril de 2022

Inpar hace balance del debate del estado del municipio

 La intervención de la alcaldesa mostró el grado de complacencia del gobierno municipal sobre  su gestión en estos, casi, tres años. La realidad arroja una percepción distinta, por parte de  nuestro grupo, pero son los vecinos y vecinas los que tienen que valorar qué esperan y qué se  ha conseguido tras lo que se ha prometido. 

Ante la ausencia de un proyecto general perceptible, que indique hacia donde va la acción del  gobierno del PP y CS para transformar la ciudad, desde Iniciativa de Aranjuez, hemos partido,  para valorar la acción realizada, de los objetivos trasladados por la alcaldesa en el pleno de  investidura. 

Nombrada alcaldesa, con los votos de Cs, Acipa y Vox, en representación de todos ellos marcó  como objetivo: Transformar la ciudad para conseguir ser la mejor de España. Esto puede ser un  eslogan de campaña, pero en boca de alguien que lleva más de 20 años en el Ayuntamiento, que  ha sido alcaldesa con mayoría absoluta, esto no puede considerarse un eslogan, por lo que la  primera valoración que hacemos es que lo planteado, en el pleno de investidura, eran solo  palabas huecas, porque, no solo seguimos sin ser la mejor ciudad de España, sino que seguimos  contamos con los mismos problemas estructurales. 

A pesar de no reconocer el esfuerzo realizado en el anterior mandato, esfuerzo del que ella no  participó, es un hecho que este equipo de gobierno está beneficiándose, hoy, de los objetivos, las  ideas y los proyectos del anterior mandato, a pesar de que lo niegue, para poder apropiarse  trabajo ajeno y trasladarlo como propio.  

Parasitar los proyectos de los demás, al tiempo que pretender denostar a quien los propició,  dura un tiempo, hasta cuando se exprime la última gota. Pero esta decisión ha sido perversa  para los intereses de Aranjuez, perversa porque se han puesto los intereses personales y de  partido por encima de los intereses de Aranjuez y de sus vecinos, y aquello que era bueno y que  debería haber tenido una continuidad inmediata, se ha retrasado en el tiempo, al punto de que  este año se están sacando proyecto que deberían haber culminado en el 2020 y 2021. 

La estrategia de esperar al último año para invertir en las necesidades prioritarias del municipio  con el objetivo de que en el período electoral se vean los resultados, es burda y conocida por  todos, pero parece ser que se considera eficiente para quienes están faltos de ideas y proyectos. 

Esto es lo que estamos viviendo, mientras tanto, y durante este tiempo de inacción, de vivir de  las rentas a todos los niveles, de parasitar decisiones de terceros, las deficiencias son más que  evidentes. Cualquiera de los vecinos y vecinas puede enumerar una lista amplia, de cada uno de  los barrios y, seguro, no entenderá que objetivos personales, de partido, se hayan impuesto a los  objetivos de la ciudad, porque los problemas se han agrandado en estos tres años.

Vivir con carácter coyuntural, de circunstancias que permiten tener recursos que no se han  tenido antes, para gastos generales y para inversiones necesarias, requiere tener un grado de  responsabilidad especial, de entender que mañana, y mañana es el año que viene, esos recursos puede que no estén, y, por tanto, no se puede hipotecar el futuro con contratos ni decisiones que  no tienen una proyección cierta en el presupuesto, porque esa razón y otras, han sido las que nos  han llevado a tener una deuda de más de 150 millones de euros. 

No conocemos cuál es la política de personal, se atienden las necesidades de carácter inmediato,  sin proyección, ni control de las posibles jubilaciones, de las demandas de los distintos  departamentos. La ausencia de política de personal es la verdadera política de personal del PP y  Cs, y ello deteriora los departamentos y los lleva a justificar las privatizaciones. Prefieren que los  servicios los gestionen otros, para ocultar y esconder la responsabilidad política. No les importa  que con dinero público se beneficien las empresas a costa del salario de los trabajadores y  trabajadoras y sin garantizar, de ninguna de las maneras, una mejor gestión. 

Las inversiones urbanas, las que han ido aplazando, son las ideadas, establecidas como  necesarias, algunas proyectadas y otras pendientes de proyectar, y programadas políticamente a  finales del anterior mandato. Lejos de reconocer que continúan desarrollando ideas, porque a  pesar de corresponder a otros equipos de gobierno, son buenas para Aranjuez, se las apropian a  la vez que denostan los proyecto de otros. Son muchas las necesidades nuevas, distintas a las ya  previstas, que debería poner en marcha, nada de nada, ni siquiera se ha respondido con  diligencia política a la hora de recuperar todos los edificios afectados por la tormenta filomena,  habiendo pasado más de un año para su recuperación. Recursos económicos ha habido para ello. 

Las deficiencias de Aranjuez, en materia educativa, sanitaria, cultural, social, nos obligan a  afirmar que Aranjuez no se han transformado, estamos con los mismos problemas. La señora  alcaldesa destaca que Aranjuez está en los niveles de desempleo de periodos anteriores, como  logro propio, cuando es la tónica del resto del país. ¿Se está recuperando en Aranjuez?, o quizás,  sean los centros logísticos de Ontígola, las ciudades del sur de Madrid y la propia ciudad de  Madrid, las que están tirando de este empleo. Los vecinos conocen bien esta realidad. 

Tenemos un gobierno que continúa careciendo de proyectos propios para la ciudad y que  parasita las ideas, los objetivos, los trabajos y las decisiones de otros, y, lejos de reconocerlo como  bueno para la ciudad, lo manipulan, lo enlucen. Necesitamos saber hacia dónde vamos,  necesitamos que vuelvan a la responsabilidad presupuestaria, necesitamos que no se hipoteque 

más a la ciudad y a las próximas corporaciones. Eso fue lo que intentamos poner en evidencia en  el pleno sobre el debate del municipio y pedimos, no tanto que se transforme la ciudad y sí que  apostemos por un modelo de desarrollo económico y social, que tanta falta nos hace. Ante esto,  nos encontramos con una alcaldesa prepotente, que solo aporta déficit democrático y político a  

Aranjuez. 

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