Aranjuez sigue confirmando su declive económico, laboral y social entre la autocomplacencia de un Ayuntamiento incapaz siquiera de plantear alguna alternativa, mucho menos llevarla a término. El debate sobre el estado de la ciudad dibuja un escenario muy precario para la ciudadanía ribereña, más de 60.000 habitantes de los cuales sólo trabaja un tercio, y apenas un 20% lo hacen en su ciudad.
El primer Gobierno municipal de PP y Vox pasará a la historia como el primer gobierno local de Aranjuez cuya única estrategia política se basa en dejar a otras administraciones hacer el trabajo que le correspondería al Ayuntamiento. En materia laboral y económica, Aranjuez depende exclusivamente del impulso industrial y el empuje de los municipios de nuestro entorno. La ciudad da empleo a apenas 14.000 vecinos, la tercera tasa de empleo más baja de todo Madrid, tras Parla y Villalba. Otros 8.000 salen a diario a trabajar fuera, a los corredores industriales de la A-4 hasta Getafe, en el norte de Toledo, o en Madrid.
Eso saca a la luz las carencias cada vez más acuciantes en materia de infraestructuras, con unas carreteras que presentan cada vez más problemas de seguridad y accesibilidad, y el transporte público cada vez más precario. La respuesta de PP y Vox, dos marquesinas en el apeadero de buses interurbanos. Un síntoma claro del sometimiento absoluto de la alcaldesa Martínez al capricho político de Isabel Díaz Ayuso, que ha tomado Aranjuez como banco de pruebas de las ciudades dormitorio del futuro: sin sanidad pública, sin servicios sociales, con el sistema educativo cada vez más precarizado.
Y con un problema de acceso a la vivienda cada vez más apremiante. Aranjuez es la ciudad madrileña en la que más han subido los precios del alquiler, un 10% de encarecimiento en apenas un año según los portales inmobiliarios de referencia. Sólo Navalcarnero, Coslada y San Fernando presentan cifras similares. El precio por metro cuadrado de alquiler en nuestra ciudad ya supera los 8 euros. Ha sido meter mano la ‘nueva derecha valiente’ en la administración local de Aranjuez, y encontrar un piso medianamente asequible se ha convertido en misión imposible. Para pagarlo, además, con el trabajo que no hay aquí.
Más deuda
Ante la mirada contemplativa de PP, Ciudadanos y Vox, Isabel Díaz Ayuso esquilma las arcas municipales (tasas de incendios y convenio del transporte) a cambio de peores servicios públicos, un hospital cada vez más parecido al Zendal, Urgencias de Atención Primaria cerradas indefinidamente, y cada vez menos inversiones en mantenimiento urbano. Al menos, los municipios de nuestro alrededor nos permiten acceder a un posible puesto de trabajo… Si tenemos coche para poder desplazarnos. Y luego está la relación de Aranjuez con la administración central.
La nueva derecha valiente ha renunciado a sentar a los ministerios en la mesa del Plan de Gestión del Paisaje Cultural, lo que viene a significar que nuestro Patrimonio de la Humanidad y nuestro medio ambiente cada vez tienen menos capacidad de impulso económico y turístico. Pero, con todo, no va a ser ésta la herencia más grave de este equipo de Gobierno con el que el PP sigue a lo suyo y Vox demuestra que más allá de las banderas no ofrece nada más que miseria. El último informe de Plan de Ajuste elaborado por Intervención asegura que el Ayuntamiento de Aranjuez se va a acoger a un nuevo programa financiero del Ministerio de Hacienda con cargo a fondo de reestructuración.
Contempla este programa la puesta en marcha de un procedimiento extraordinario de financiación que permitirá la cancelación de las obligaciones pendientes de pago líquidas, vencidas y exigibles anteriores a 1 de julio de 2021, de aquellas Entidades Locales cuyo período medio de pago a proveedores supere los 30 días. En Aranjuez estamos en los nueve meses. Bien, el Ayuntamiento ha decidido, según informe de Plan de Ajuste rubricado por Intervención, acogerse el primer semestre de este año a este fondo “para reducir deuda comercial”. Pero no toda, por supuesto. Sólo las facturas del cajón, aquellas que corresponden a servicios ya prestados pero que la alcaldesa Martínez, como ya gustaba de hacer en su anterior etapa como alcaldesa, decide no reconocer presupuestariamente. Las demás, ya se pagarán. Ya las pagará el siguiente Gobierno. O no se pagarán, que por eso la deuda en Aranjuez sigue camino de los 200 millones de euros gracias a la derecha valiente.
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