La reapertura de ambos jardines históricos, con aforos limitados y algunas zonas restringidas, tiene lugar tras el cierre decretado a principios de enero por los efectos de la borrasca ‘Filomena’. En este tiempo, el personal responsable de los espacios naturales de Patrimonio Nacional ha llevado a cabo una intensa actividad de recuperación de estos espacios, con la seguridad de empleados y visitantes como máxima prioridad.
En este sentido, tanto en el Campo del Moro como en el Jardín del Príncipe habrá algunas zonas no visitables, y convenientemente señalizadas, con el fin de garantizar la seguridad del público. Patrimonio Nacional ha priorizado la recuperación de las zonas principales y de mayor tránsito con el objetivo de reabrir los jardines lo antes posible.
Concretamente, en el Jardín del Príncipe de Aranjuez se abrirá el espacio comprendido entre la Puerta de Villanueva y la Calle Isabel II, en la que se ubica la Fuente de Apolo. Con la recuperación de este jardín, Patrimonio Nacional sigue cumpliendo con el plan de reapertura progresivo de los espacios verdes de Aranjuez, donde ya están abiertos los Jardines del Parterre y de Isabel II, desde el 20 de febrero, y los Jardines de la Isla, desde el 6 de marzo.
La institución también velará por el control de los aforos, siendo estos de 250 personas en el Campo del Moro y de 600 personas en el Jardín del Príncipe, de acuerdo con las medidas sanitarias decretadas por las autoridades estatales y de la Comunidad de Madrid. Respecto a los horarios, el Campo del Moro abrirá sus puertas de 10:00 a 18:00 horas, mientras que el Jardín del Príncipe acogerá público entre las 8:30 y las 19:30 horas.
Cabe destacar que la reapertura de los jardines del entorno histórico de Palacio Real de Madrid tiene lugar tras acoger el pasado 11 de marzo el Acto de Reconocimiento y Memoria a todas las Víctimas del Terrorismo, presidido por los Reyes, y en el que estuvieron representadas todas las autoridades del país.
Labores de recuperación
Tras una primera fase dedicada a la evaluación de los daños y a la demarcación de zonas seguras para el trabajo, los equipos técnicos de Patrimonio Nacional y el personal dedicado a los espacios naturales se han centrado estas semanas en las labores de desembosque, limpieza y poda para la retirada de ramas suspendidas, copas rotas y árboles caídos.
Las operaciones realizadas han contado con el apoyo de plataformas de entre 18 y 50 metros de altura para las zonas de calles asfaltadas, y de distintas alturas en las zonas de pradera, considerando su posible afección. También se ha contado con personal cualificado para el uso de equipos de trepa, cuando las circunstancias así lo exigían.
Posteriormente, se ha dado paso a las tareas de limpieza, con la retirada de leña y de otros restos vegetales, y se han iniciado las labores propias de jardinería, como siegas y podas arbustivas, entre otras. La revisión de los riegos automatizados es otra de las cuestiones abordadas por el equipo de Patrimonio Nacional responsable del mantenimiento de los espacios verdes. La institución cuenta con más de 18.000 hectáreas de espacios verdes en todo el país.
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