Palacio Real de Aranjuez

 

PALACIO REAL DE ARANJUEZ (CON NIEVE)

Es uno de los edificios más atractivos del clasicismo español. Su alegre arquitectura de ladrillo rosado y piedra blanca de Colmenar desvela la cara menos conocida de la monarquía española: amable, culta, festiva.

El origen del palacio real se remonta al año 1561 cuando Felipe II ordenó su diseño y construcción al arquitecto Juan Bautista de Toledo (1515 - 1567), labor continuada por Juan de Herrera, que plantearon un edificio cuadrado en torno a un patio, flanqueado por dos torres rematadas en cúpulas. Éstas enmarcaron la fachada principal formando detrás dos pequeños jardines adosados y cerrados a los que el palacio abría mediante galerías. Su originalidad nace en la síntesis entre las tradicionales casas reales castellanas de raigambre militar, y las novedosas villas italianas, que dan mayor importancia a la relación de la arquitectura con el entorno y espíritu propio de un lugar de descanso y recreo.

La estructura actual del palacio corresponde al período borbónico. Felipe V tras un incendio, ordenó su reconstrucción (1715), continuada de la mano de Bonavía (1746), autor de la fachada en tiempos de Fernando VI. Las dos alas son obra de Sabatini por encargo de Carlos III.

Pese a su azarosa historia de interrupciones, incendios y reconstrucciones, el palacio conserva la unidad estilística básica de su origen herreriano suavizado por las intervenciones dieciochescas.