lunes, 1 de junio de 2020

Historia del globo de Montgolfier en Aranjuez

El asunto narrado en esta pintura de Antonio Carnicero testimonia el interés por los avances científicos característico de la Ilustración, periodo histórico de la segunda mitad del siglo XVIII dominado por la razón práctica. La imagen representa el experimento del francés Bouclé en los jardines del Real Sitio de Aranjuez, el 5 de junio de 1784, durante los años finales del reinado de Carlos III. Ese experimento constituyó la primera hazaña aerostática realizada en España, aunque concluyó de modo accidentado ya que el arriesgado aeronauta acabó herido al no poder controlar debidamente el descenso del ingenio. También se ha propuesto que la pintura de Carnicero podía dar testimonio de un ensayo previo, acaecido el 23 de noviembre de 1783, cuando el marqués d`Aile y Pilastre de Rozier intentaron realizar una ascensión ante la familia real y la corte en el Real Sitio del Escorial.

Desde el punto de vista artístico la pintura narra un hecho real, y en ese sentido contrasta con las fantasías catastrofistas de artistas coetáneos, como los numerosos naufragios y tempestades inventadas por pintores del siglo XVIII en Europa, especialmente Claude-Joseph Vernet, algunos de ellos en busca de representaciones grandilocuentes de acuerdo con la teoría estética de lo sublime. Aquí, por el contrario, se pone el acento en una experiencia vivida. El pintor pretende la captación del instante sin preocuparle el mayor efectismo estético. Procura ser lo más veraz posible en su deseo de levantar acta de un acontecimiento insólito y sacrifica todos los recursos a ese objetivo. De esa voluntad se deriva una pintura de composición esquemática, en la que predomina una rigurosa horizontalidad, únicamente animada por la tipología de los personajes, por lo general ataviados con indumentaria de fiesta, mezclándose los representantes del estamento privilegiado con gentes de variada clase y condición.

El estilo de Carnicero resulta directo y prosaico, dentro de su habitual preferencia por las escenas costumbristas, con un cromatismo un tanto extraño. La rigidez de las figuras y la carencia de imaginación restan encanto al cuadro, que podía haber sido un acabado ejemplo de gracia popular. Sin embargo, su diversidad cromática, su atmósfera distendida, su intención documental y su vinculación con la escena de género dotan de un singular atractivo a este tipo de composiciones, cuya producción no abunda. En el Museo de Bellas Artes de Bilbao existe una versión reducida y de inferior calidad de esta obra.

Fuente Museo del Prado
https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/ascension-de-un-globo-montgolfier-en-aranjuez/223dfe91-0896-451a-8f80-b60b9c075e3a

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