La pasada semana comenzaron las obras de remodelación de la calle de Las Flores, un proyecto que se licitó y adjudicó a finales de la anterior legislatura. Es responsabilidad de cualquier Gobierno municipal fiscalizar que las obras que se realizan en la localidad ocasionan los mínimos inconvenientes para los vecinos y, sobre todo, que no suponen ningún riesgo para la integridad física. Es normal que en obras de este calibre se perturbe la normalidad durante un tiempo pero, también es cierto que hay que velar por que los usuarios dispongan de las máximas facilidades para, al menos, entrar y salir de sus domicilios con un mínimo de garantías.
La portavoz del grupo Socialista, Cristina Moreno, ha señalado que “es lógico que durante una obra se levanten aceras y se ocasionen molestias a los vecinos pero no cuesta nada colocar pasarelas en los accesos a los portales para que, sobre todo, la gente más mayor o que pueda tener dificultades con la movilidad pueda acceder a sus domicilios corriendo el mínimo riesgo posible y, en este sentido, la delegación de Obras y Servicios debería estar más pendiente de estos asuntos porque nos han llegado quejas de vecinos que están teniendo serias dificultades para no sufrir caídas porque no se han tomado las medidas oportunas”.
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