martes, 11 de junio de 2019

Editorial: juntos como hermanos

Siguen las reuniones, cafés, comidas preacuerdos en Aranjuez a cuenta de la formación del nuevo gobierno. Los ciudadanos hablaron el 26M y el resultado final de quien gobierne la ciudad podría no tener que ver, en cifras, con lo que se votó.
Como digo las reuniones se suceden y es que no hay nada claro ni decidido. Mientras hay partidos en los que sus líderes dan la cara por uno u otro medio, otros están directamente desaparecidos, incluso de dependencias municipales.
En función del color o tendencia política que mires los semblantes dicen mucho de donde se ven de aquí a cuatro años. Unos, los más rápidos no han perdido el tiempo y la semana siguiente a la votación ya recogieron sus cosas, eso si, con el ánimo bajo al verse desalojados del cargo tan solo a cuatro años de ocuparlo.
Todo apunta a que el acuerdo está hecho, falta conformar los papeles de cada uno y si éstos van a ser de protagonismo y tomando parte en el equipo, o se limitarán a ser secundarios y su beneficio vendrá por otra vía. En ese acuerdo será muy importante el posicionamiento de los llamados partidos bisagra y si su posicionamiento en apoyo de uno u otro gobierno será su futuro o su muerte política tras esta legislatura. La decisión no es fácil, aunque la tienen clara y solo exhiben su bisoñéz como parte del teatrillo previo a la función principal.
En el lado de los perdedores, derrotados o véndase como quiera estará la de hacer examen de conciencia, de actuaciones tanto públicas como privadas y de asumir que lo altivo de las decisiones y esa soberbia de creerse imbatibles y que por ellos mismos serían capaces de barrer al adversario no ha sido efectiva. Ahora es cuando se echan las manos a la cabeza sin explicarse como han llegado donde están, y es cuando se retoman contactos de niñez para trabajar en pro de recuperar lo que a todas luces está por confirmarse.

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