sábado, 18 de mayo de 2019

Editorial: anuncios electoralistas y proyectos populistas

     A nadie se le escapa que en estos tiempos pre-electorales los políticos locales echan el resto en un derroche sin parangón de simpatía, empatía, agradabilidad y cercanía. Se muestran como lo que deberían ser durante los anteriores tres años y once meses, gente normal que participa de lo que sucede en su ciudad comentando como algo habitual un comentario en redes sociales de un vecino, por ejemplo.
     Dentro de esta barra libre de ilusión están las promesas electorales, ahí claramente el partido que gobierna tiene una ventaja, ya que utiliza los medios a su alcance para ejercer de altavoz de lo que no es labor de gobierno, sino más propaganda electoralista que otra cosa, y tira de la demandas ciudadanas para reconvertirlas en promesas que trasladar a la ciudadanía y a las asociaciones vecinales.
     En estos tiempos hemos visto como candidatos/as a lo que apenas se les pone cara se han echado, literalmente, a la calle intensificando su presencia en mesas informativas, en las que primeramente deben presentarse al ciudadano porque ni saben quienes son, han visitado comercios locales, y opinado de todo como si su conocimiento de la ciudad hubiera sido otorgado en un parto sin forceps por parte de la mismísima Mariblanca. La realidad es la que es, aunque un candidato haya residido un periodo corto de tiempo en nuestra ciudad tiene un handicap importante para gobernarla ya que tiene el conocimiento justo para dirigirla porque se le escapan muchas cosas, muchos aspectos del día a día, historia o simples costumbres, ojo, no con ello queremos hacer el sectarismo que un candidato ha hecho en redes sociales recriminando a vecinos su legitimidad en opinar por no haber nacido en Aranjuez, pero es cierto que la realidad es la que es independientemente de la capacidad de gestión que pueda tener, cosa muy valorable cuando va acompañada de unos mínimos conocimientos locales.
     Qué decir de los candidatos-candidatas que concurren, mucho de rancio en algunos, muchas caras muy dependientes exclusivamente del politiqueo y lo que conlleva que tienen poco bagaje fuera de ella, muchas promesas que no se sostienen ni se sustentan por muy alto que se griten, mucho de infundir miedo al "como nos gobierne tal o cual", y sobre todo mucha tomadura de pelo tratando al ciudadano como un ser unineuronal que pueden contentar con dos promesas y que no va a tener memoria ni elementos de juicio que le permitan ver quién ha trabajado y quién no, y por lo tanto puede ser agraciado con su confianza para los próximos cuatro años.


No hay comentarios:

Publicar un comentario