Extinción o reordenación de los campus de la URJC en Aranjuez

Recuperamos un espacio de opinión tras unos cambios sufridos por el medio que han pasado, entre otros, por la eliminación de la edición en papel y la reconversión, adaptándose a los tiempos, en un medio digital. Un medio vivo y participativo que ofrece la posibilidad de estar informados, casi a tiempo real, de todo lo que sucede en Aranjuez, en el que como lector puede opinar, e incluso ampliar informaciones que se suceden al momento.

Comienza este espacio de opinión en un momento convulso en Aranjuez, lo que parece a todas luces una “extinción” anunciada de parte de la oferta formativa de la Universidad Rey Juan Carlos en Aranjuez está llevando a los estudiantes a mostrar su clara oposición a las posibles decisiones del rectorado en forma de huelga y movilización total en redes sociales.

Una defensa, la de los estudiantes, que choca diametralmente con la blandita posición política en cuanto a este particular. Un problema que no parece haber calado con la importancia necesaria en la sociedad política que parece limitarse únicamente a suaves comunicados que podrían incluso mal interpretarse en parte por esa poca rotundidad de los mismos.

Con la reconversión  de estos campus universitarios no sólo pierden los alumnos, pierde Aranjuez y pierde el tejido económico local en cuanto al mercado inmobiliario que mueve alquileres tanto de estudiantes como de profesores.

Aranjuez no está para perder muchas oportunidades de ningún tipo y la pérdida de volumen universitario parece ser una pérdida asumida, tragada y digerida por quienes deberían ir de la mano con los propios estudiantes en la defensa de la decisión del rectorado.

Una vez más queda patente el sosiego de la sociedad ribereña en cuanto a defender lo nuestro, en este caso lo nuestro es defender lo que tenemos y que no aflore la actitud conformista típica.

Llama también la atención la blandura de la posición de los partidos políticos de Aranjuez, los que tienen representación municipal como los que aspiran a tenerla. Con limitarse a una nota de prensa en la que en cuatro párrafos muestran su enérgico rechazo a la “reorganización de los campus” tienen cubierto el expediente de cara a la sociedad ribereña. Pues no señores, los vecinos y los estudiantes, que son los principales perjudicados a corto plazo, esperan algo más.