Eva, 41 años, llevaba toda la mañana llamando a Luisa, su madre, para ir a recogerla a casa antes de irse a trabajar. Telefoneó una y otra vez a la vivienda pero desde allí nadie le cogía el teléfono. Cuando llegó al número 578 de la urbanización Balcón del Tajo, en Colmenar de Oreja (una pequeña localidad ubicada al sur de Madrid) advirtió, al entrar en la casa, que dos de los seis perros de la familia la habían atacado.
Los canes, dos dogos de Burdeos de gran tamaño, le habían despedazado a base de múltiples mordeduras. En cuanto la vieron la atacaron a ella también. Según fuentes cercanas a la investigación, la hija presentaba un enorme mordisco en el cuello. Ninguna de las dos sobrevivió al ataque
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 13:30 en la calle Ibor de esa misma urbanización. Como las otras cuatro agrupaciones de chalets en los que vive el grueso de la población de Colmenar de Oreja, la urbanización Balcón de Tajo está ubicada fuera del casco urbano del pueblo, entre pequeñas colinas al este del centro del consistorio.
Según fuentes del servicio de Emergencias de Madrid, el estado en que se encontraban los cuerpos de las mujeres supuso un enorme choque emocional tanto para los maridos de ambas como para el resto de la familia.
Ambas fueron halladas muertas en el patio de la casa familiar situada en la localidad de apenas 8.000 habitantes. Horas después, según fuentes de la Guardia Civil, fueron los maridos de ambas víctimas las que se encontró la tragedia al regresar a casa.
Al hallarse tal escena, encerró rápidamente a los perros y llamó a los servicios de Emergencias de la Comunidad de Madrid. Las dos mujeres yacían ya muertas y nada se pudo hacer por ellas. Info El español
No hay comentarios:
Publicar un comentario