martes, 9 de octubre de 2018

El joven Guillermo continua grave en la UCI del 12 de Octubre

Esta semana conocíamos mas datos sobre la agresión que conmocionaba Aranjuez la semana pasada. Una información publicada por El Español hacía referencia a datos mas privados de la forma de ser del joven Guillermo del que decía: a veces, Guille llegaba a clase con uno de los poemas nuevos que había escrito. "Algunos eran muy bonitos", explica uno de sus mejores amigos a EL ESPAÑOL. "Esa parte se le daba bien. Le gustaba mucho la literatura, escribir y todo lo demás". Eso fue en su época en el instituto de Aranjuez, en el IES Alpajés, el colegio al que comenzó a ir cuando su familia llegó a la ciudad. Lo tiene tan solo a dos minutos andando de su casa. 
Guille continúa grave, en la Unidad de Cuidados Intensivos(UCI) del Hospital Doce de Octubre. Allí le ingresaron al momento, poco después del ataque perpetrado por su progenitor. Su estado sigue siendo crítico. El joven perdió mucha sangre en los minutos posteriores a la brutal agresión de su padre. Ahora se encuentra estable, no empeora.
"Era un tío que buscaba hacer siempre lo correcto. Buscaba siempre nuestro bien. Era la clase de persona que si un día llegabas a clase con mala cara te preguntaba qué te pasaba y hacía lo que pudiera para animarte. No era nada violento". Le dibuja así, como un joven preocupado por los demás, atento siempre a echar un cable, otro de sus mejores amigos en el que era su instituto.
De allí se marchó en Segundo de Bachillerato y ahora acababa de empezar la carrera de Periodismo. La que le gustaba. Ya durante el colegio exhibía su interés por los problemas sociales del día a día. "En los debates se sabía defender, mostrando su opinión en temas del momento. Solían ser debates sobre temas de actualidad, temas que eran sugeridos por la clase. Aunque también los había de filosofía cuando comentábamos cosas más abstractas como emociones", explica el mismo compañero. "Siempre tenía claras sus ideas. Y era de los que sabían defenderlas".
A Guillermo se le podía ver a menudo jugando al fútbol, en el polideportivo que está al lado de su casa. Se trata de un joven atlético, muy aficionado al Real Madrid. Otra de sus aficiones era la informática, los ordenadores y los videojuegos. Un chico normal, como cualquier otro. "Pero valiente. Aunque era pacífico, no nos sorprende para nada lo que hizo. Él era así". 
Su madre salió tan solo herida leve del ataque del padre. Sagrario sigue en el hospital junto a su hijo. Guillermo lucha ahora por seguir aguantando, por aferrarse a la vida. Sus amigos confían plenamente en él. "Estamos todos en shock. Desde que me enteré de lo que pasó, no me lo pude creer. Esta semana vamos a ir a verle al hospital. Sabemos que va a ser fuerte".

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