Según ha explicado hoy el primer teniente de Alcalde y concejal delegado de Urbanismo y Juventud, David Estrada, “con esta obra no solo reforzamos la estructura del edificio, que cumple 25 años desde su rehabilitación y que es uno de los más utilizados por los ribereños, sino que ganamos espacio para un colectivo que lleva años demandándolo”.
La Junta de Gobierno Local ha solicitado ya el alta de este proyecto en el Plan de Inversiones Regional, aunque también contempla la cofinanciación del mismo con los Fondos FEDER de la UE a través de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) del Ayuntamiento de Aranjuez.
SEIS NUEVAS SALAS
Con la obra prevista, el Gobierno municipal pondrá a disposición de los grupos de música joven un total de seis nuevas salas, que serán acondicionadas junto al pasillo y las escaleras de acceso.
El proyecto se limita a acometer una serie de reparaciones puntuales en las salas, con absoluto respeto a la estructura del edificio y las condiciones espaciales que ya existen.
Así, se acometerán trabajos de demolición, albañilería, solados, carpintería y cerrajería, pinturas, electricidad y alumbrado, calefacción y ventilación y protección contra incendios, garantizando una sistemática y continuada ventilación del conjunto de las estancias del sótano, como medida esencial de reducción y control de la humedad ambiental, que se ha visto agravada en los últimos años como consecuencia del cierre de los propios sótanos.
“Los nuevos sótanos del Centro Cultural Isabel de Farnesio podrán acoger reuniones, ensayos o encuentros de las distintas asociaciones y colectivos de Aranjuez –ha explicado Estrada–, estamos generando espacios útiles que faciliten la actividad sociocultural de la ciudad”.
La superficie construida del sótano del Centro Cultural Isabel de Farnesio es de 580,69 metros cuadrados, siendo útiles 304,23.
Los sótanos del Centro Cultural Isabel de Farnesio están situados en bajo la crujía este del edificio, en la fachada de la calle del Rey, y solo han sido utilizados en contadas ocasiones, permaneciendo cerrado en los últimos años con un progresivo deterioro de sus condiciones constructivas.
El edificio fue rehabilitado de forma íntegra entre 1987 y 1992 por la Comunidad de Madrid, que lo cedió al Ayuntamiento de Aranjuez para su uso como centro cultural.
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