viernes, 3 de noviembre de 2017

El IBI en Aranjuez y el populismo

La semana pasada nos levantamos con el inquietante anuncio de Aranjuez Ahora sobre una subida de impuestos de 2 millones de euros que afectaría sólo al 1% de los vecinos. Nos parecía improbable semejante despropósito. Pero cualquier cosa nos esperamos de la conjunción entre el populismo más rancio con el socialismo más desnortado.

Rápidamente nos pusimos a hacer cuentas. Tenemos esa costumbre en Ciudadanos: cuando se habla de impuestos y de políticas, nos gusta abrir una hoja de cálculo para ver cuánto nos va a doler a la cartera la idea feliz del gobernante de turno. Y claro, la cosa no cuadraba desde un primer momento. Existen en Aranjuez 23.648 declaraciones de IRPF y un número equiparable de inmuebles, que es el valor de referencia a efectos de IBI. Así que si se hablaba del 1% de los vecinos, se hablaba en realidad de 236 personas concretas. Esto es, se pretendía repercutir 2 millones de euros a esas 236 personas.

Dicho de otra manera, aparentemente, el populismo local quería que si se reuniesen en una sala a 100 personas al azar, una de ellas estuviese pagando 8.500€ más de impuestos locales que el resto, y que, mientras tanto, el resto siguiese pagando lo mismo.

Como es obvio, eso no es lo que quiere hacer en realidad el populismo local. Solo es lo que quiere que parezca. Pero desde el punto de vista de su discurso político, les valía. Porque aunque todos reconocemos una profunda injusticia en una medida de ese tipo, muy pocos o ninguno de nosotros nos reconoceremos en ese 1% que los populistas identifican como el de “mayor poder adquisitivo”. En definitiva, en su imaginario, “los más ricos”. Así pues, desde el punto de vista de la comunicación electoral les sale a cuenta.

¿Cuál es la medida real que subyacía detrás de esa declaración de intenciones?: El “tipo diferenciado”. Lo que es lo mismo, poder subir los impuestos hasta el 10% de los inmuebles de mayor valor, sin que le afecte al resto de propietarios.

Es posible que en la mente de los concejales de Podemos subirle el IBI a ese 1% de los inmuebles les salvara el discurso. Pero fuera de su mente, la realidad, la Ley y las matemáticas demuestran que subiendo al tipo máximo el IBI al 1% de los inmuebles difícilmente alcanzaría nunca esos 2 millones de euros.

Y ahí entran en juego los socialistas: si les ponen más impuestos a usos no residenciales pueden tener la esperanza de que muchos de los propietarios de esos usos no residan, y por lo tanto no voten, en Aranjuez. Por supuesto, gravando sólo el 1% es imposible recaudar dos millones. Menos aún cuando se dan cuenta de que la primera norma del tipo diferenciado es que no se puede aplicar a los edificios residenciales.

Y así deciden subirle los impuestos a todo lo demás. Deciden una subida de impuestos masiva a medio plazo, que casi duplica los impuestos al 10% de todos los inmuebles que sean industriales, comerciales, de oficinas, de hostelería; y casi triplica los impuestos a los edificios de enseñanza, de sanidad. Eso supone a medio plazo duplicar los impuestos a los usos que pueden generar empleo y triplicar los impuestos a los usos asociados al estado del bienestar.

Las consecuencias de eso son evidentes para cualquiera. Dificultar aún más la creación de empleo solo puede agravar uno de nuestros principales problemas, el paro. E incrementar el paro aumenta la desigualdad, tal y como se ha visto recientemente,  aumento de las solicitudes de renta mínima de inserción en nuestra ciudad. Somos el municipio en el que más han aumentado las solicitudes de renta mínima.

Sin embargo, esos impuestos adicionales no cubren las necesidades de despilfarro de este Gobierno. Hay que tener en cuenta que es un Gobierno que se niega a contener el gasto. Un Gobierno que llega a considerar una medida de ahorro aumentar la plantilla en 20 personas más. Un Gobierno, en definitiva, que prefiere mantener un servicio municipal de podología a costa de subir aún más los impuestos a los ciudadanos.

Quizá por eso su voracidad recaudatoria no se satisfaga sólo con esa subida. Así que incluyen dos medidas más: subirle un punto al IBI a todos los demás edificios, y triplicarle los impuestos a los solares. Sucede, sin embargo, que no es posible gravar con tipos diferenciados los solares. No lo permite la Ley. Y para disuadir a los que se quieren mover por las puertas traseras de las leyes, los tribunales ya derogaron esa medida en Majadahonda y Torrejón.

Ciudadanos no sólo ha votado en contra de este desatino. Hemos presentado una enmienda de supresión que elimine toda la modificación del IBI, por nociva, pero también por ilegal.

No estamos dispuestos a que dentro de unos años nos enfrentemos a otra sentencia que nos diga que hay que devolver todo lo recaudado y ya gastado con intereses.

Son este tipo de cosas las que nos han llevado a la situación de quiebra en la que nos encontramos. Y sólo actuando con rigor podremos salir de ella. Rigor es, precisamente, lo que le falta a estos regidores del cambio.

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