Leo con estupefacción como el cabecilla de los terroristas de Londres tenía una pensión en forma de subsidio de 300€ mensuales, vivia en una vivienda de protección oficial y aparte el estado británico le había ayudado a buscar trabajo durante un año.
Ayer conversando con un amigo en mi cortedad mental le preguntaba lo que me llevo preguntando desde que han comenzado este tipo de ataques terroristas indiscriminados: que le lleva a una persona a atropellar a gente sin importarle mujeres, niños, ancianos, o coger un machete y matarlos a sangre fría. Todos sabemos que vivimos en una sociedad descorazonada, sin empatía ni sentimientos, sin respeto ni educación a nuestros semejantes ni nuestro entorno, pero de ahí a este tipo de acciones me llevan a pensar que me he perdido algo y no sé el que.
Cualquier fanatismo en cualquier orden de la vida es malo, los radicalismos religiosos o simplemente deportivos nos llevan a perder el raciocinio en cualquier debate.
No me considero racista, creo que lo primero todos somos personas independientemente del color de piel o la situación de haber nacido en uno u otro país, pero ultimamente, que me fijo más, veo como a determinadas personas, simplemente por su condición de extranjero o raza tienen un determinado beneficio social del que personalmente no dispongo. Llámense ayudas escolares para sus hijos, carnets descuento en transportes o ayudas económicas estatales. Todo esto me choca y mucho con amigos que también tengo que por circunstancias de la vida agotaron la prestación por desempleo y al no tener hijos y no estar casados no tienen derecho a ningún tipo de ayuda porque tampoco llegan a los 45 años en los que parece ser tienes derecho a una ayuda por un año, el desamparo y abandono que tienen frente a los casos antes expuestos es algo dificilmente explicable.
La sociedad se va a la mierda porque hemos olvidado valores fundamentales como el respeto a nuestros semejantes, si no somos capaces de valorar la vida y cualquier desalmado se cree con potestad para quitartela apuñalandote por la espalda miserable y cobardemente es que la sociedad necesita un reseteo inminente. No valen de nada las medallas póstumas, las condecoraciones ni los ensalzamientos. Está muriendo gente que no debería por el simple capricho de unos locos que no saben ni el fundamento de lo que hacen.
Apostemos por recuperar los valores básicos, saludar al entrar a una estancia con un buenos días, sujetar la puerta a un anciano o reprender a un niño por una conducta inapropiada, recoger la caca del perro, tirar un papel en la papelera, son gestos insignificantes con los que no ganarás una plaza en el cielo (si existe) pero te harán generar un poso de educación y civismo, si todos ponemos un pequeño grano quizá hasta consigamos recuperar a largo plazo lo que hemos perdido en tan poco tiempo.
Fdo. J.M.
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