Acipa hace una valoración sobre el concurso para transformar el Restaurante El Castillo en el nuevo Museo de Falúas incluyendo planos del proyecto

 

PATRIMONIO NACIONAL SACA A CONCURSO LAS OBRAS PARA LA PUESTA EN VALOR DE BIENES DE INTERÉS CULTURAL ADSCRITOS A PATRIMONIO NACIONAL UBICADO EN ARANJUEZ. 

Se trata de una inversión de casi 3,2 millones de euros y que va a trasladar el Museo de Falúas Reales al histórico edificio que albergó el Restaurante “El Castillo”. El plazo para presentar las ofertas finaliza el próximo día 26 de junio.

 

La plataforma de contratación del Estado nos ha dejado con la información sobre una nueva inversión que se va a realizar en el Jardín del Príncipe. Estamos hablando de un proyecto valorado en un importe cercano a los 3,2 millones de euros y que se encuentra en plazo de presentación de ofertas para llevar a cabo el proyecto ya realizado. El presente proyecto tiene como finalidad la restauración del Museo de Falúas Reales, sito en el Jardín del Príncipe del Real Sitio de Aranjuez. En dicha licitación de plantea la restauración y/o ampliación tanto del edificio existente, aquejado de problemas constructivos y museográficos, como de la edificación conocida como “El Castillo”, construcción histórica situada en las inmediaciones, para alojar la colección de falúas reales y otros objetos relacionados con ellas que custodia Patrimonio Nacional. La propuesta consiste en el traslado íntegro del museo al Castillo, mediante la previa adecuación de este inmueble, a fin de implementar un considerable cambio cualitativo en las circunstancias museísticas del conjunto. El actual edificio podrá seguir abierto al público hasta que las nuevas instalaciones estén concluidas, momento en que las colecciones serán trasladadas y el antiguo museo quedará sin uso, permitiendo su eventual demolición y la recuperación del sector de jardín histórico al que en su momento sustituyó. 

Jesús Mario Blasco, Concejal Portavoz de la Agrupación Ciudadana Independiente para Aranjuez (acipa) asegura que “estamos ante una buena noticia y sobre todo una puesta en valor de estas embarcaciones que son una joya del pasado y que merecen estar en un mejor lugar que el actual. Es de agradecer que desde Patrimonio hayan sido bastante más trasparentes con este proyecto que con el de remodelación paisajística del Parterre, que necesariamente deberá empezar a realizarse en las próximas semanas. Y con respecto a las obras y la financiación de las mismas, fondos europeos, nos inquieta el horizonte temporal que marca la recepción de la subvención, y por tanto el pago de la misma… mediados de 2026. Este contratiempo ya lo hemos referido, por ejemplo en las obras de la Casa Atarfe o Matadero… son actuaciones importantes y de cierta envergadura… y los plazos no son generosos. Esperamos que no existan contratiempos de ninguna clase y sobre todo que Patrimonio Nacional sea capaz de informar a los ribereños sobre la actuación que van a realizar, como hicieron con la rehabilitación de la ría y la Cascada de las Castañuelas”. 

La intervención arquitectónica proyectada consiste en la restauración integral del Castillo y su ampliación con un embarcadero de nuevo trazado, adosado al edificio original, formando un conjunto capaz de albergar en condiciones ideales los contenidos expositivos y todas las dotaciones museográficas complementarias e instalaciones auxiliares propias de un museo renovado y actualizado. El embarcadero proyectado rodea el frente norte del edificio, con forma de corona circular en torno al propio semicírculo del Castillo, remitiendo a la curva descrita por el río. Consiste en una plataforma diáfana, levantada con materiales ligeros, como un varadero en el que quedan depositadas las embarcaciones ante el fondo perspectivo de la lámina de agua del río, mostrándose físicamente en su contexto de la forma más cercana posible. Con ello, la colección puede ser apreciada en la íntima relación con el agua que la justifica. Envuelto en una cristalera continua, este pantalán o varadero permite integrar con especial intensidad el espacio expositivo en el propio medio natural del río y del soto de ribera, de forma que las falúas puedan contemplarse junto al ancho cauce del meandro y el soto arbolado de la orilla opuesta.